Primero lo primero: identifica tu tipo de piel. A todas nos ha pasado alguna vez que intentamos con diferentes productos, de distintas formas y con variedad de rutinas y en lugar de apreciar una piel mucho más linda, vemos que no funciona, se ve más agrietada, deshidratada o ¡hasta dañada!
STOP! Antes de casarte con cualquier tipo de rutina para el rostro (que es una de tus partes más importantes en el cuerpo) es indispensable saber cómo es tu cutis: graso, mixto, seco, normal, etc.
Por eso, Tratamientos LB no te deja sola y aquí te vamos a contar tres tipos de rutina que puedes hacer según tu tipo de piel. ¡Mucha atención! Por eso, Tratamientos LB no te deja sola y aquí te vamos a contar tres tipos de rutina que puedes hacer según tu tipo de piel. ¡Mucha atención! Brilla pero no en el rostro (Piel grasa) Si generalmente tienes puntos negros, enrojecimientos, brotes en toda tu cara esta rutina puede ayudarte. Rutina: Indispensable que laves tu rostro de 2 a 3 veces en el día para eliminar excesos de grasa, prefiere los limpiadores suaves. Después, usa productos que hidraten, preferiblemente a base de agua o que sean especiales para piel grasa, suero con antioxidantes y si es de día, por favor nunca, nunca, nunca olvides el protector solar.
Regia desde la frente hasta el mentón (Piel mixta)
Si sueles ser más grasa en la zona T (frente, nariz, mentón) y tener las otras secciones opacas, esta rutina es para ti.
Debes enfocarte en tratar de unificar tu piel y para ello debes: usar un desmaquillante o limpiador regular, aplicarte un tónico para balancear el pH y un suero para las zonas más secas. Por último, crema hidratante y si es de día: bloqueador, ya sabes.
¿Rostro tirante? Eso sí, jamás (Piel seca)
Si eres de las que tiene su rostro generalmente escamoso, con pliegues marcados y piel constantemente deshidratada, esta rutina te encantará.
Te recomendamos primero, exfoliar tu piel aproximadamente cada dos semanas para retirar la piel muerta. Busca usar desmaquillantes como aguas micelares o leches, que le brindarán hidratación a tu piel desde el momento de la limpieza y por último utiliza tónicos o sueros (varias veces al día) donde sus principales propiedades sean hidratantes.
¡Ah! Recuerda: el bloqueador es indispensable en cualquier tipo de piel.
